miércoles, 6 de abril de 2011

Una y mil palabras que no se escuchan

Título: "Una y mil palabras" (2011) Fotografía digital

Una y mil palabras que no se escuchan
velas rojas y llamas largas,
y un círculo y estrías;
al aliento de una sombra,
de naranja establecida,
que mira al borde, sin tocarla,
y que siempre danza aunque no ría.

Cera ardiendo en cada sílaba,
enmudeciendo por el frío
versos lentos de pura boca
en andenes sin trenes ni esquinas.

Huellas limpias de pereza
que se quitan con las uñas
y una curva ennegrecida
que no habla pero suena
mientras hilos y otros coleópteros
se susurran al oído:
"¡Así es la vida!",
a media voz cuando anochece,
cuando es de noche,
cuando no hay velas.

Y si gritas porque quema,
cremalleras en el alma,
y si sufres por la espera,
corre presta y salta cercas.

Con espino entre los muslos tejerás coronas de hierba
verde ofrenda a los rebaños que pacen grises en sus miserias.
Cuídate de las coces y echa sal a las heridas,
y luego, cuando salgas... siempre apaga las velas.

(El Jinete Enojado)