Técnica acrílica sobre xilografía.
Tras el cristal unos pasos
Lentos y pesados, nunca esquivos.
Con piedras en la boca y sin saliva.
Uno tras otro al infinito.
Desde entonces y hasta ahora,
con cigarras y moscardas atadas a su cola,
con espuma en los ijares y barro en las pezuñas,
bajo el sol del mediodía y cuando gritan los mochuelos,
esperando una montura y renqueando una salida.
Mientras tanto hacia adelante,
oído atento y frente alzada,
olfateando el aire y saboreando el viento,
y los ojos entornados y la vida detenida,
allí donde no hay cristales,
ni pasos, ni salidas...
(El Jinete Enojado)